La respuesta de la arquitectura al eterno problema de la vivienda, entendida como refugio que nos protege del medio, pero también como el mayor producto cultural que usamos, en volumen, costo, presencia, y por tanto, identificación, no puede estar al margen de nuestra búsqueda de expresión formal, riqueza espacial, implicaciones conceptuales, que nos proyecten en el espacio que habitamos, más allá de la solución de un problema estructural, funcional o formal, permitiéndonos tejer relaciones sociales, construcción de identidad, fortaleciendo los lazos familiares y afectivos, en definitiva, construyendo un espacio para la felicidad.
Las casas se conciben con un lenguaje marcadamente contemporáneo, lineas rectas, elementos esenciales, grandes aperturas, espacios fluidos, materiales nobles tratados industrialmente, y el principal elemento con el que trabaja el arquitecto, la luz, que en este caso inunda con avidez todos sus rincones.
El proyecto revisa la relación entre la cocina y las áreas sociales, permitiendo múltiples escenarios de vinculación e independencia, con la presencia permanente de iluminación natural y grandes aperturas espaciales, prioriza el vínculo entre el interior y el jardín, permitiendo una percepción de continuidad espacial entre el interior y el exterior, entre lo natural y lo artificial, que va más allá de lo visual.
El automóvil, inevitable presencia en un proyecto de localización periférica, tiene su lugar separado del recorrido peatonal que permite el acceso a las casas, como un paseo ajardinado que reafirma el sentido de búsqueda permanente de relación con lo natural, que por otra parte, se expresa alegóricamente en el encuentro entre el algarrobo que estuvo junto a la entrada desde mucho antes de nuestra intervención, y el muro de hormigón visto que lo abraza, en un diálogo de gran fuerza simbólica, la respuesta del proyecto a su entorno natural.
La aplicación de tecnología contemporánea (steel framing) nos permite que las cuatro exclusivas casas del conjunto garanticen seguridad sismoresistente a sus usuarios, así como óptimas condiciones de aislamiento acústico, térmico y precisión en los acabados, un mejor comportamiento en sostenibilidad, tanto en la producción de los elementos constructivos, como en el futuro consumo energético de las viviendas, reafirmando nuestro permanente compromiso con la disminución de la huella de carbón de nuestra actividad.
Las casas, de un tamaño medio, consiguen generar interesantes relaciones visuales y espaciales, empezando por el acceso a doble altura, que permite su apertura al estar familiar y triangulación visual con la habitación principal y el espacio que rota alrededor de la chimenea de gas que abriga el área social. La escalera flota en el espacio reafirmando el caracter contemporáneo de la casa.